Hola, soy Jorsua, pero todos me llaman Chino. Estoy haciendo un servicio voluntario en el castillo de Ascheberg y quiero contarte sobre mis experiencias…
La verdad, no sé por dónde empezar para contarte sobre mis experiencias de los últimos tres meses en Alemania. Ha sido una experiencia completamente diferente, llena de nuevas vivencias y emociones. Durante estos meses hay altibajos, pero eso es normal cuando se sale de la zona de confort. Es un giro completo en la vida, pero creo que esto es muy bueno porque aprendes muchas cosas nuevas y obtienes diferentes perspectivas que quizás antes no estaban en tu horizonte de pensamiento.
Altibajos
La experiencia es increíble. Como mencioné anteriormente, hay altibajos. Hay momentos en los que extrañas tu país, pero eso es normal. Simplemente tienes que aceptarlo y no amargarte, sino ver las cosas desde un lado positivo y disfrutar la experiencia el tiempo que estás aquí. Conoces muchos lugares nuevos y vas formando nuevos lazos con nuevas personas. Al final, tú marcas a todas estas personas y todas estas personas te marcan a ti. Es un sentimiento lindo saber que te quedas en los corazones de estas personas y ellas en el tuyo.
Apertura y cambio de perspectiva
Otro punto que me gustaría destacar es que no te cierres a ver solo tus propios puntos de vista. Intenta abrir tu mente lo más que puedas para ver nuevas perspectivas y poder aprender lo máximo posible de la experiencia. Una vez un amigo me dijo una frase que se me quedó grabada en la mente: “No importa si no puedes cambiar el mundo. Si puedes cambiar el mundo para una persona, todo habrá valido la pena.” Desde entonces, me concentro en llevar mi voluntariado con la mejor actitud posible y tener presente que quizás puedo mejorar el mundo de una persona, que algún día podré hacer una diferencia.
Pensamientos finales
En resumen, puedo decir que es una experiencia que marca un antes y un después. Ayuda a encontrarse a uno mismo, a madurar y a fortalecer tu verdadero yo. Pero, sobre todo, te enseña a valorar las cosas que tenemos en nuestro día a día y que son invisibles simplemente por el hecho de tenerlas ahí. Comienzas a valorar más los pequeños detalles que solías tener, y eso te abre un poco más la mente para valorar las cosas que tienes actualmente.
Te dieron ganas de vivir experiencias similares y ser parte de esta aventura mientras leías? Haz clic aquí para obtener más información sobre un servicio voluntario! 🙂
