¡Alemania es otro nivel!
Hola, mi nombre es Julio, soy de El Salvador y soy voluntario durante un año en Schloss Ascheberg. Llegué a Alemania el 17 de septiembre junto con mi compañero de voluntariado Miguel y desde entonces vivo una de las etapas más geniales de mi vida en este bonito país.
El primer fin de semana lo pasamos en Berlín junto a Sarah, del equipo de Visioneers, con quien pasamos un tiempo realmente genial conociendo la ciudad en bicicleta y tren; Aprendimos mucho sobre las nuevas costumbres en Alemania, así como de su historia. La semana siguiente estuvimos en un seminario en Brandemburgo junto a diferentes voluntarios del programa, la mayoría de ellos eran jóvenes alemanes que regresaban de Costa Rica, compañeros latinos que estaban realizando su voluntariado en Alemania y unos pocos que iban hacia América a realizar su voluntariado de un año. La primera semana no pude practicar mucho el idioma alemán ya que todos hablaban español y aunque fue cómodo pasar así el tiempo, el verdadero reto empezó la siguiente semana cuando nos movilizamos hacia el poblado de Ascheberg, en el norte de Alemania, en el estado de Schleswig-Holstein. Nos acompañó Esteban, quien es voluntario por parte de Visioneers, y al llegar a la terminal de autobuses de Kiel nos recibió el equipo de trabajo de Schloss Ascheberg junto a las compañeras voluntarias de una manera muy bonita y amable.
Schloss Ascheberg
Nuestros primeros días en este lugar fueron un poco desafiantes al recibir muchas indicaciones en otro idioma, pero por suerte casi todos aquí hablan inglés y si alguien no lo habla, siempre hay alguien que puede traducir. Sin embargo, a pesar de que sé un poco de inglés, me he propuesto aprender el idioma alemán lo más rápido posible para poder ser de mayor utilidad y entablar mejores relaciones con los demás. Por eso, todo es un reto el cual, con la ayuda de Dios, espero poder cumplir muy pronto.
Después de los primeros meses de aprendizaje sobre las actividades que se realizan en este lugar y de conocer a los compañeros de trabajo y voluntariado, viene un poco más de calma y realizamos más actividades de esparcimiento, lo cual me ha parecido super genial. Las chicas que están junto a nosotros son realmente geniales y hacemos muchas actividades juntos como visitar ciudades, tocar instrumentos musicales, y jugar diversos juegos entre otras cosas más. Dentro de los lugares que hemos visitado están el mar del Este, el mar del Norte, la ciudad de Hamburgo, diferentes iglesias evangélicas, lo cual es genial porque compartimos la misma fe y eso nos ayuda mucho. También visitamos reuniones, que aquí se les conoce como Housechrist, algo muy parecido a lo que en mi país, El Salvador, se le llama reuniones familiares o células.
Lo que más me gusta de mi voluntariado es la gente con la que estoy y que hacemos cosas muy diferentes todo el tiempo, como deportes, juegos de integración con jóvenes y niños, reparaciones y mantenimiento, limpieza, e incluso participar con los grupos en las actividades de los campamentos que se realizan aquí, hasta ser incluidos en la planificacion de los mismos. Hemos aprendido tanto que es difícil procesarlo. Lo único que desearía es poder disfrutar más sabiendo más el idioma, por lo cual trato de esforzarme lo más que puedo. Espero en el siguiente blog poder decir: ¡Lo logré!
Si tú también estás interesado en hacer un voluntariado, ¡presenta tu solicitud aquí!
